A pesar del duro golpe que la pandemia generó en la economía mundial, en el pasado año 2020 el PIB chino creció un 2,3% convirtiéndose en la única economía que registró crecimiento debido aumento del 4% en la recaudación de capitales extranjeros, alcanzando la cifra de $163.000 millones según informa la UNCTAD, organismo dependiente de la ONU en su reporte anual.

Contra todo pronóstico, el Gran Dragón se convirtió en el máximo captador de inversión extranjera directa. Sin embargo, el contexto global de este ítem se desplomó en un 42%. En su más reciente Monitor de Tendencias de Inversión, el órgano de comercio y desarrollo de la ONU con sede en Ginebra informó que la inversión extranjera directa cayó drásticamente a unos US$ 859.000 millones y advirtió de una mayor debilidad para este año 2021.

Los flujos mundiales de Inversión extranjera directa hacia China aumentaron 4% para ubicarse en US$ 163.000 millones en 2020, convirtiendo al país en el mayor receptor de IED del mundo, seguido por Estados Unidos «Un regreso al crecimiento positivo del PIB se dio gracias a la decisión del Gobierno chino por ordenar cuarentenas rápidamente», manifestó un director de la UNCTAD.

La reducción en las economías en desarrollo fue relativamente moderada con 12% para ubicarse en alrededor de US$ 616.000 millones, mostró el informe, mientras que China se ubicó en el primer lugar de los mayores receptores de IED.

Mientras que China registró un incremento de su PIB de 2,3% anual durante el 2020 y siendo así la única gran economía que registre un crecimiento en el año devastado por la pandemia, según el Buró Nacional de Estadística.