El acuerdo comercial entre China y Ecuador está cerca de cumplir cinco meses, y se anticipa un crecimiento significativo en el comercio exterior. Este panorama ha despertado el interés de varios puertos en la región, particularmente el megapuerto de Chancay, que se inaugurará en noviembre en el norte de Lima, Perú.
Eduardo Egas, presidente ejecutivo de la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones del Ecuador (Corpei), enfatiza la importancia de considerar esta opción y de realizar un análisis detallado. Según Egas, “Chancay debe estar contemplando que no toda la carga que Perú tiene es suficiente, y por eso busca integrar carga ecuatoriana”.
La posición geográfica de Ecuador, combinada con el reciente acuerdo con China, ofrece oportunidades únicas para el comercio internacional. El megapuerto de Chancay tiene la capacidad de convertirse en un nodo logístico clave, no solo para el transporte de productos ecuatorianos, sino también para facilitar el acceso a mercados asiáticos.
Además, la infraestructura moderna del puerto, que incluirá muelles de última generación y capacidades de manejo de carga diversificada, puede mejorar significativamente la eficiencia en el transporte marítimo. Esto permitirá a los exportadores ecuatorianos enviar sus productos de manera más rápida y eficiente, aprovechando el creciente interés de los consumidores en mercados como el chino.
Sin embargo, para que este potencial se materialice, Ecuador también necesita evaluar y modernizar su propia infraestructura portuaria y logística. La competitividad en el mercado internacional dependerá de la capacidad del país para adaptarse a las exigencias de los nuevos acuerdos comerciales y de optimizar sus procesos de exportación.
La colaboración entre los sectores público y privado será crucial para maximizar los beneficios de este contexto favorable. Esto incluye establecer alianzas estratégicas con puertos como Chancay, además de invertir en la mejora de las instalaciones y servicios logísticos en Ecuador.
Con un enfoque proactivo y una planificación adecuada, Ecuador podría no solo atraer inversión extranjera, sino también fortalecer su posición en la cadena de suministro global, ampliando así sus horizontes comerciales.